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Las mujeres que viven en zonas con altos niveles de contaminación tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y morir a causa de ellas, según un estudio de
Para el seguimiento se tuvieron también en cuenta los niveles de contaminación próximos a sus domicilios. En concreto se estudiaron los niveles de pequeñas partículas en suspensión, fundamentalmente hollín y polvo, que tienen un tamaño tan pequeño que treinta o cuarenta de ellas equivalen al diámetro de un cabello. Las fuentes de emisión de estos contaminantes responsables de las nieblas urbanas son los tubos de escape, centrales térmicas, industrias o combustión de leñas y son las responsables de las nieblas urbanas.
Los valores medios de partículas en suspensión encontrados en las ciudades de residencia de las participantes oscilaron entre 4 y 20 microgramos por metro cúbico. Los investigadores encontraron que un incremento de diez unidades en la cantidad de partículas suponía un incremento del 76 por ciento en el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.
Este estudio es el primero que ha relacionado enfermedad cardiovascular en personas previamente sanas con los niveles de contaminación dentro de las áreas metropolitanas. Los investigadores desconocen aún cómo las partículas en suspensión pueden conducir a la enfermedad cardiovascujlar, pero creen que el hollín provoca el endurecimiento de las arterias, el principal precursor de las enfermedades cardiacas.